El Citrato de Magnesio es seguro para la mayoría de las personas cuando se consume en la dosis recomendada. En algunos casos, especialmente si se excede la dosis, puede generar un efecto laxante leve.
Si esto ocurre, solo debes reducir la cantidad diaria. No genera dependencia ni afecta órganos como el hígado o los riñones en personas sanas.